Al desembre em feren una llarga entrevista per la revista PC Actual de la que n’han publicat aquest resum:

Por su parte, Benjamí Villoslada, fundador en 2005 del sistema de promoción de noticias Menéame, se queja de que es muy fácil hacer amarillismo en este punto y arremete contra las «conspiranoias». «Creo que hay que ejercer la presunción de inocencia. Si delinquen [los de Google], entonces hay que juzgarlos, no antes», responde.

Abans de dir que calia exercir la presumpció d’innocència vaig mirar d’argumentar-ho un poc. Dit sol és poc demagògic. Copiaferro els meus arguments per aquesta part de l’entrevista:

P: ¿Cree usted que si los usuarios que reciben servicios gratuitos de Google tuvieran idea de la cantidad de información que sobre ellos y sobre todo el mundo atesora Google y lo que el buscador podría hacer con la misma, tendrían una opinión tan positiva?

R: No, porque es muy fácil hacer amarillismo con las cuestiones de informática e Internet.

Si tengo un cuchillo y alguien dice que podría usarlo para matar, todo el mundo sabe que es posible, pero la mayoría pensara que no es probable.

Google usa esa información para ofrecer publicidad personalizada, porque sus servicios son gratis y todos sabemos que no hay comida gratis. Podemos pensar que los usarán para eso y nada más. Como el cuchillo, sólo para cocinar. Pero las conspiranoias informáticas tienen un gran mercado: muchas personas que piensan que no es probable que los poseedores de cuchillos los usen para asesinar, sí piensan que Google usará los datos para hacernos daño.

Creo que hay que ejercer la presunción de inocencia que otorgamos a los propietarios de cuchillos. Si delinquen, entonces juzgarlos. No antes.

P: Cree usted, como dice el periodista austriaco Gerald Reisch en *El engaño Google*, publicado por Medialive, que Google es “un lobo con piel de cordero”?

R: No he leido el libro, pero si lo hago será con la metáfora del cuchillo bien presente.

[…]

P: ¿No cree que guardar la información de cada búsqueda (como dirección IP, el dominio desde el que se hace la búsqueda, el día y la hora) 18 meses, como hace Google, va contra la privacidad de los datos de las personas?

R: En España estamos obligados a hacerlo un año, por ley. El problema no es que se guarde, sinó que se hace con esta información. Que exista la posibilidad de no darla, y sucede: basta con no registrarse en Google y borrar las cookies. O usar proxys.

P: ¿Qué opina del sometimiento a la censura china del buscador o a que, en ciertos momentos, compañías como BMV, Ricoh o eBay (cuando batalló con Google en el ámbito de los medios de pago en Internet) hayan desaparecido de las búsquedas? ¿O que otras, como Wikipedia, salga sistemáticamente beneficiada?

R: Es un problema de algunos régimenes políticos, no de los lugares web. Afortunadamente, la Red tiene formas de saltárselos, son prácticas sin futuro, y hemos de proponernos que siga siendo así. Es una cuestión política, no técnica.