Silence

Hace falta bloquear más

Me consta que el bloqueo a menudo se percibe como algo drástico y descortés. No lo veo así.

Desgraciadamente, bloquear es una ventaja exclusiva de la red. Sería fantástico poder hacer lo mismo en el mundo real, pero hacen falta ordenes judiciales de alejamiento; eso sí es drástico.

Para quien lo hace, el bloqueo es una forma de garantizar que no te meterás en algo que te molesta y no te conviene. No quieres caer en algo que incluso te apaga, porque es tóxico para ti. Nos ayuda a filtrar lo positivo en internet, un entorno de abundancia donde también podemos encontrar lo que sí nos conviene –y en cantidad.

Para quien lo recibe, el bloqueo es un valioso indicativo de una percepción de su estilo de conversación. El bloqueado tiene más indicios acerca de por qué le pueden rechazar, y qué tipo de personas lo hacen. Podría analizarlo en vez de ir contra sus bloqueadores. Si lo analiza quizás concluya que no hace falta cambiar, y también está bien así. No pasa nada; en un entorno de abundancia hay espacio para todos los estilos.

El bloqueo también sirve para practicar y hacer evidente nuestro rechazo a la intolerancia.

Suele ser un error querer leerlo todo, estar en todas partes, gustar a todo el mundo. Algunos piensan es útil para no perder oportunidades, pero en realidad nos desenfocamos:

No sé cual es la clave del éxito, pero la clave del fracaso es intentar agradar a todo el mundo –Bill Cosby según unos, Woody Allen según otros.

Un caso

Explico el caso de hoy porque me sirvió para recordar la utilidad del bloqueo. La Bonilista es un e-mail dominical con las reflexiones de David Bonilla. Meses atrás supe que existía por una polémica en Twitter que no recuerdo, pero que me pareció interesante. Me suscribí.

Tras leer la entrega de hoy, pensé que el texto cojeaba y compartí mi impresión en Twitter: «Cuando se ignora el software libre, se cojea tanto como hoy en la Bonilista». El autor vio mi comentario. Sucedió porque mi tuit abrió un debate con otra persona (ya es eso) y él le citó. David Bonilla dijo que mi relación con el software libre y su texto «es una tontudez». Varias veces, no era un accidente. También rebatió con el mismo estilo, despreciativo, otras razones que escribí para esa persona que le mencionó.

No quería dejarme llevar por el registro de su réplica, y le bloqueé. Se lo dije, porque creo que tienes que aclarar por qué no seguirás un debate. Tampoco está bien dejar que alguien hable solo. Merece la oportunidad de analizar –si quiere– todo eso que digo arriba que puede ser útil para el bloqueado.

Le bloqueé por lo que dije arriba: era una forma de garantizar que no me meteré en una disputa que me molesta y no me conviene. Luego tuve que bloquear algunos que le defendían con insultos; en las redes sociales suele suceder cuando alguien abre la veda a la falta de respeto.

Dije que me molesta y no me conviene. Me molesta que reaccione con desprecio alguien que (aparentemente) invita al debate y reflexión con su correo semanal. Se trata de un emprendedor que suele analizar cómo hacer que los proyectos funcionen; pues ahí tenemos una reflexión: no es una buena idea tratar así a los suscriptores. Por eso soy todavía más exigente. Si no lo somos, jamás conseguiremos filtrar lo mejor de la Red. Nos conviene aprender a filtrar.

No voy a enlazar nuestros tuits, ni todo eso que se suele hacer en esos casos, porque no hace falta extenderme todavía más. Están en Twitter. Tampoco repito el porqué de mis discrepancias con el texto Bonilista ni su contenido, cualquiera lo puede encontrar. Esta vez, prefiero limitarme a contribuir a la mejora del ecosistema de conversaciones en la Red quitando hierro a algo muy útil: el bloqueo. Hace falta reivindicarlo, porque siempre hay alguien llamándote exagerado cuando lo practicas.

Es tremendamente saludable para todas las partes.

Hace falta bloquear más.

PS: La reflexión continúa en el siguiente apunte.


Imagen: Maik Meid, en Wikimedia Commons.

Block, Bloqueo, Bonilista, Conversaciones, David Bonilla, debate, filtros,

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2 comentarios. Dejar nuevo

  • Hola Banjamí,

    Sigo pensando que mezclar la defensa al software libre con lo que comentaba en mi lista de correo es una torpeza o «tontunez» porque no tiene nada que ver, desde mi punto de vista (el del autor) que no tiene porque ser más importante que el tuyo.

    No sé que tiene que ver la defensa el software libre (yo lo hago) con justificar el pirateo del software que usa licencias propietarios</b<. Cualquier software.

    Por supuesto tampoco soy yo el que tiene que fijar el listón de donde está el insulto o el comentario, faltaría más. Tu tienes todo el derecho a ponerlo donde quieras, pero también es cierto que en cuanto me di cuenta de que te había molestado, te pedí disculpas por no usar un termino más adecuado. Y lo vuelvo a hacer, te pido disculpas.

    Respecto al block como tal, pues que quieres que te diga… tampoco estoy de acuerdo contigo ¡Que le vamos a hacer! El block sólo es útil cuando alguien te molesta o te menciona continuamente. Hasta ayer, creo que no había interactuado jamás contigo y -vista mi capacidad para irritarte involuntariamente- no creo que lo vuelva a hacer.

    El block puede evitarte discusiones que no te aportan nada, tóxicas como tu dices, pero también te puede encerrar en un mundo irreal donde todo el mundo tiene tu misma opinión… o no se atreve a rebatirla.

    Yo no he bloqueado nunca a nadie. Eso me impediría, por ejemplo, recibir una disculpa e incluso ¿por qué no? aceptarla.

    Un abrazo,
    David Bonilla

    Responder
    • Vuelves con el tema. No daré mis razones, porque responder para rebatir tu calificativo va contra mi sentido de la dignidad.

      Las guardo para alguien capaz de decir «no se me ocurrió verlo así». Aunque no esté de acuerdo conmigo.

      En un entorno de conversaciones y debate, para mi el respeto es importante. No quiero un mundo irreal donde tengo la razón; quiero saber si me equivoco en un mundo respetuoso.

      No vi tus disculpas porque estabas bloqueado. Te avisé y supongo que sabías que no las leería. Aceptadas, pero no les veo sentido tras venir hasta aquí para repetir lo mismo.

      Pero bueno, este estilo triunfa en España. En todos los ámbitos. Tele5, por ejemplo.

      Responder

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