Ricardo ha publicado en su blog la historia del viaje de Richard Stallman a Mallorca: «Un viaje con Stallman(esa persona)». Fue en julio del 2004.

Colaboré con Llorenç y Ricardo encontrando alojamiento en Sineu –donde vivía por entonces. Conozco a los propietarios de Can Font porque hago el hosting de su web. No hubo ningún problema para satisfacer las condiciones de Stallman: no registrarlo en los libros del hotel y tener conexión a internet. Xisco Lladó y David Martín nos ayudaron en la instalación de un router WiFi y un cable ethernet en la ADSL de recepción.

Los dos días me encargué del transporte, así que estuvimos bastantes horas en el coche y las anécdotas fueron muchas. Olvidé demasiadas después de más de 7 años; Ricardo tiene más memoria que yo. Pero quizás puedo aportar alguna que no ha mencionado. He creado un set en Flickr con todas las fotos de aquellos días sin seleccionar ni editar. A través de los datos Exif de cada foto podemos recordar las fechas y las horas. Por ejemplo, la comida en Cal Dimoni antes de la conferencia. Aquí están las que hizo él: Sineu, Serra de Tramuntana.

Recuerdo muy bien mi sorpresa cuando Stallman llegó a Sineu la noche del día 11: Ricardo estaba agotado física y mentalmente. Al día siguiente encontré en el mismo estado a Llorenç Valverde. También viví el porqué. Son situaciones en las que te sientes en la cuerda floja constantemente: cualquier cosa que digas o hagas, la más inesperada, dará lugar a un drama o una bronca que no va contigo. Por mucha paciencia que le pongas a la cosa, la tensión se acumula y llega el momento que te enfadas —como explica Ricardo. A continuación te sientes mal por haberte enfadado. Pero volverá a repetirse sin que puedas hacer nada para evitarlo; el problema está en el otro lado. Son personas inteligentes y encantadoras en algunos momentos, cosa que te desconcierta porque entonces piensas que quizás no hay motivo para sentirse en la cuerda floja. Pero al final aprendes que es necesario poner distancia porque esas relaciones personales no sacan nada bueno de ti. Si no te alejas, con el tiempo conseguirán culparte de todas las broncas que provocaron ellos. Y alguna la provocarás tú porque ya estás intoxicado y con los nervios destrozados, irascible. Te desestabilizan. No tuve problemas con Stallman porque aquellos dos días me armé de paciencia y no me importó anularme. Años después aprendería que puedes caer en un pozo si tienes paciencia demasiado tiempo con las personalidades difíciles. Pero en aquel caso fueron sólo dos días.

11-07-2004

Cenamos tarde en Can Font con Ricardo, Oriol y algunos amigos de Bulma. Durante los postres le saltaron las lágrimas a Stallman. Decía que no podía tener pareja y que se sentía solo. Pasada la 1 de la madrugada recibía una llamada de Ricardo (supongo que fue por teléfono, no encuentro el email) pidiéndome que le llevase champú a primera hora. Preparé una botella rellenada con el que teníamos en casa. Aquella noche fui a dormir demasiado tarde –el subidón– el día siguiente sería duro y por eso dejé un aviso para que Oriol –que ya dormía— se la entregase a primera hora de la mañana –el hotel estaba a 100 metros de casa. Escribí a Stallman:

Shampoo
Fecha: 12-07-04 01:41
De: Benjamí Villoslada
A: RMS

Hola,

Soy Benjamí, tu vecino en Sineu por dos días 🙂

Ricardo me dice lo del champú. Mañana por la mañana Oriol (mi hijo mayor, ha cenado con nosotros) te llevará una botella.

Si necesitas cosas, llama por teléfono o ven a casa, lo que prefieras, estamos cerca [indicaciones de cómo llegar].

Vista la bronca que le pegó a Oriol por haberle despertado y por el tipo de champú (la explica Ricardo) pensé que también podía habérsela entregado yo mismo un par de horas después; él también se despertó tarde.

Stallman se quedó el champú. Entonces llegas a pensar «pobre, se conformó». Son las situaciones a las que me refería antes: no haces nada malo pero resulta que está mal, cae una bronca desmesurada que no va contigo (y que incluso afecta otros, en este caso a Oriol) y terminas pensando que se conformó a pesar que le enojaste. Que quizás no es tan difícil (porque se conformó) y que debes ir con más cuidado la próxima vez. Te anulas poco a poco para que no pase nada. Es insano.

12-07-2004

Fuimos a comer a Cal Dimoni con amigos de Bulma. No recuerdo si Ricardo estaba, porque no menciona esta comida en su relato. Durante el viaje abrió el portátil. Me explicó que el trabajo se le acumulaba y que apenas tenía tiempo para hacer lo que más le gustaba: programar. Que esto le entristecía mucho.

Se acercaba la hora de la conferencia e insinué que teníamos que irnos a la UIB. Él me dijo que fuese más directo y que simplemente me seguiría. A partir de este momento lo hice así, y durante los dos días bastó decirle «vamos» para que inmediatamente se dirigiera al coche. Joan Cabot me pidió viajar con nosotros para hacerle una una entrevista por el camino:

P- Muchos piensan que se trata de un problema dentro de una comunidad científica, como és la de los informáticos, cuando en realidad todos somos usuarios…

No todos. Supongo que hay gente en Mallorca que no usa computadoras (señala hacia fuera, mientras pasamos por una zona rural con el coche). Pero para los usuarios de computadoras es un tema real de libertad o no. Para los que se escapan por no usar computadoras la situación todavía es buena, pero no queremos tener que renunciar a la informática para encontrar de nuevo la libertad. No queremos que nos hagan huir de la informática. Lo que queremos hacer es defender la libertad de la informática.

Joan sabe hacer entrevistas. De esta aprendí acerca de las diferencias a la hora de licenciar las obras prácticas y las obras artísticas:

P- ¿Es aplicable a otra polémica relacionada con las nuevas tecnologías actualmente como…? (…la música y los p2p?).

No, no lo es, porque el sofware, un programa, es una obra de uso práctico. También hay otras obras de uso práctico, como libros de texto, manuales, diccionarios, recetas de cocina… Las obras de uso práctico deben ser libres, en el mismo sentido más o menos, aunque hay detalles que pueden ser diferentes según el tipo de obra. Pero a nivel general las cuatro libertades del sofware libre son la mismas cuatro libertades que se aplican a cualquier obra de uso práctico. Pero la música no es una obra de uso práctico, es una obra de arte, y es un tema distinto: por lo menos el usuario debe tener siempre el derecho de difundir copias exactas sin motivos de lucro, no comercialmente. Pero no es necesario ir más lejos. Puede ser bueno o útil, quizás.

P- O sea, que está de acuerdo con el P2P pero no en modificar…

Sí, exacto… y quizás para el trabajo del arte es necesario poder usar detalles de otras obras, y todo el mundo debe ser libre para hacerlo, pero es otra cosa. Y también después de un tiempo los artistas, y cada uno puede ser artista, deben ser libres para publicar obras derivadas, pero puede esperar, porque una pieza de música no es una limitación de tu vida si no puedes cambiarla. Pero un programa privativo sí. Si no puedes cambiarlo es una restricción impuesta a tu vida.

En la UIB le esperaban muchas entrevistas, la conferencia, venta de merchandising y cena en Sa Farinera. Encontraréis las fotos en el set de Flickr lincado arriba.

Al día siguiente leí un artículo (creo que en el Diario de Mallorca) explicando que en la conferencia incluso había niños. Quizás el periodista se fijó en Oriol. Vino a la conferencia porque tenía mucha curiosidad por oír la conferencia de Stallman. La noche anterior, durante la cena, dedicó casi 10 minutos a explicarle el significado del acrónimo GNU –las foto del momento está arriba.

Trabajó con el portátil durante todo el viaje desde Sa Farinera a Sineu. Era de noche y encendió la luz de teclado del IBM ThinkPad. Miré un instante, se dio cuenta, y me regañó por haber apartado la vista de la carretera. Al día siguiente volvería hacerlo, esta vez diciendo que no debía leer su pantalla; no lo hacía, simplemente desvié la vista, en la parada de un semáforo, mientras pensaba que era fiel a su Emacs. No era fácil.

13-07-2004

Fui a buscarle al hotel para ir a comer a Palma con Ricardo, Llorenç y su familia. Vinieron algunos amigos de Bulma a recoger el router, ayudarle a hacer las maletas y despedirse de él. Pidió quedarse con el cable ethernet.

Teníamos tiempo y le pregunté si quería ver la Tramuntana. Y tanto que sí, le gusta mucho la montaña. El trayecto fue de Sineu a Inca, luego Lluc, Sóller y Palma. No abrió el portátil hasta Sóller, «no me interesan las ciudades». Hasta entonces hubo buena conversación y muchas paradas para hacer fotos –las encontraréis en los enlaces de arriba.

Tramuntana está delante, casi completa, durante el trayecto entre Sineu y Inca. Le expliqué las montañas forman parte de un sistema que empieza en los Alpes y termina en el Atlas. Que algunos escritores las han definido como «montañas azules» por el color que tienen sus piedras blancas vistas a cierta distancia. Que completan la variedad de climas y paisajes que hay en una isla relativamente pequeña como Mallorca. Los olivos milenarios. Todo le interesó mucho y me pidió más documentación y un mapa –quizás debería enviárselo. Mientras cruzábamos Tramuntana le gustaban quellas nubes bajas, cubriendo los picos, porque le recordaban Boston. Se fijaba en las plantas y las fotografiaba: «apenas tiene hojas».

Al pasar cerca del de Lluc propuso, riendo «¿Nos paramos y me paseo por el Monasterio vestido de San IGNUcius?».   También bromeó al ver un McDonalds en Inca: «fast food significa comida para no comer. Fast también significa ayuno. La palabra breakfast significa romper el ayuno». Le gustaba hacer juegos de palabras.

La conversación fue interesante. Al ver Selva le expliqué que ésa era la forma de la mayoría de los pueblos: una iglesia de dimensiones importantes y casas de 2 o 3 plantas alrededor. Casi todas con una construcción similar. Dijo que eso no era práctico en un territorio limitado como el nuestro, y que debíamos construir edificios altos para concentrar más gente en menos espacio. Le dije que no nos gustaban los edificios altos y contestó que entonces debíamos hacer que una buena parte estuviese bajo tierra. Cuando dije que la falta de luz podía ser un problema dijo que él había trabajado en un subterráneo del MIT mucho tiempo. También reflexionó sobre el futuro de las islas: cuando no haya combustibles fósiles será muy difícil y caro viajar a Mallorca.

Le pregunté sobre estrategias a la hora de promover el software libre porque muchas personas se ofenden al enumerar los problemas del software privativo; nadie quiere que le digas que eligió mal. Vi que había elaborado un discurso contundente, demoledor, pero muy calculado. Por ejemplo, «cuando digas que el software privativo es comparable a la esclavitud, siempre tienes que dejar claro que existen diferencias entre la esclavitud que conocemos y usar un programa que no es libre». También aprendí de su pragmatismo. Por ejemplo, no era práctico preocuparse porque el software de la cámara digital no es libre porque todavía no hay substitutos. Que era importante decir «substituto» y no «alternativo» porque la esclavitud jamás es una alternativa a la libertad –y subrayar que la esclavitud en la sociedad es mucho más terrible que la que supone usar un programa privativo. Que ellos no tuvieron reparos en usar un kernel privativo para desarrollar el proyecto GNU, hasta que apareció el kernel Linux que lo substituyó.

Llegamos al restaurante de Palma, donde nos esperaba Ricardo, Llorenç, su esposa Antònia y su hijo Joan Genís. Pescado servido para compartir –también quiso que fuese así en Sa Farinera. Ricardo explica bien aquel almuerzo en su blog. A media tardé voló hacia Valencia. Al despedirnos le dije adiós y contestó «a ningún dios».

A partir de esta visita estuvimos en contacto por correo. Siempre contestó rápido, tanto que daba reparo porque lo había visto muy ocupado (y preocupado) con eso los días que estuvo en Mallorca. Entre otras cosas hablamos sobre algunas disputas con Miguel de Icaza, le pregunté acerca de la tendencia de crear tanto software libre para Windows y me dijo que no era práctico ocuparse de eso. Le comenté que podía mejorar la presentación de fotos en su web y contestó pidiéndome el certificado de mi ordenador, que instaló en stallman.org para que pudiese entrar e instalar un álbum. Darme acceso completo a su cuenta fue un detalle de confianza que me sorprendió. Busqué y probé muchos álbumes pero no me decidí por ninguno; tenía miedo de hacer algo mal. Quizás código copiado por el autor sin tener cuidado con las licencias, algún problema de patentes. Ese acceso a su cuenta se perdió en 2008 cuando me divorcié, el ordenador con el certificado se quedó en casa, y lo borraron todo para instalar una Ubuntu. En 2005 nos pidió a Ricardo y a mi la revisión de la traducción al catalán de su libro «Free Software Free Society» para el lugar culturalliure.cat que ya no existe, pero podéis descargar el PDF de los servidores del proyecto GNU.

Richard Stallman volvió a Mallorca en mayo del 2007. La organización fue a cargo de la Unió de Cooperatives del Treball (UCTAIB) y con el soporte de la OCB y del programa Estalvi Ètic de la Caixa Colonya. Fui a la conferencia en el Club del Diario de Mallorca. Fue similar a la de la UIB pero el turno de preguntas dejó alguna perla importante. Recuerdo especialmente la respuesta a Pau Rullan, que le pregunto si era una prueba de la calidad y fiabilidad del software libre el hecho que la mayoría de servidores en internet (incluso Google) usen GNU/Linux. Stallman contestó que la libertad no necesita justificaciones técnicas.

No me reconoció cuando me acerqué a saludarle.